**Título: Irán podría desencadenar un Armagedón económico global**
El Oriente Medio arde en llamas tras el masivo ataque israelí del 13 de junio, donde 200 aviones y 300 proyectiles se lanzaron contra objetivos clave del programa nuclear iraní. Este asalto, sin precedentes en su magnitud, ha llevado a Irán a responder con bombardeos sobre Tel Aviv, desatando una ola de tensión que mantiene al mundo al borde del abismo.
La reacción inmediata se ha visto reflejada en los mercados: el precio del barril Brent se disparó un 12.5%, alcanzando los 78.50 dólares, lo que representa un aumento drástico desde los 65 dólares de días anteriores. Las previsiones más sombrías apuntan a que, si el conflicto se intensifica, podríamos ver precios que superen los 130 dólares por barril, arrastrando a economías enteras a una recesión devastadora.
La clave de esta crisis radica en el estrecho de Ormuz, por donde transita un cuarto del petróleo mundial. Irán, con su capacidad de bloquear esta vital ruta, se convierte en un actor temido en el escenario global. A pesar de que su producción representa solo el 2% de la demanda global, su influencia en el mercado es innegable. Las amenazas de Teherán de interrumpir el flujo de crudo han comenzado a generar una incertidumbre palpable en los mercados, haciendo que los precios se disparen ante el temor a un desabastecimiento.
La situación es volátil y peligrosa. Las potencias mundiales, desde Estados Unidos hasta China, están en alerta máxima. La intervención militar podría ser inminente, pero la pregunta persiste: ¿se atreverá Irán a cruzar la línea y desatar un conflicto de proporciones catastróficas? La respuesta puede determinar el futuro económico del planeta. La comunidad internacional observa con ansiedad, mientras la posibilidad de un Armagedón económico se cierne sobre nosotros.