**BRICS y México frenan a Trump en el G7: Un giro geopolítico inesperado**
En un giro sorprendente de los acontecimientos, el bloque BRICS ha desafiado la hegemonía del G7, dejando a Donald Trump en una posición vulnerable. Mientras los líderes del G7 se reunían en Alberta, Canadá, la presidenta de México, Claudia Shainbaum, se convirtió en el centro de atención al recibir un respaldo contundente de sus nuevos aliados globales. La incorporación oficial de Vietnam al BRICS ha intensificado la presión sobre Estados Unidos, que ve su influencia en la región tambalearse.
Trump, en un intento desesperado por recuperar el control, propuso reintegrar a Rusia al G7 y sumar a China, pero su estrategia fue recibida con frialdad por otros líderes, quienes reconocen a México como un socio clave en el nuevo orden mundial. Shainbaum, acompañada de un equipo de alto nivel, voló hacia la cumbre con un mensaje claro: “México no es el patio trasero de nadie”.
El ex presidente estadounidense intensificó su retórica contra México, acusándolo de traicionar a Estados Unidos, mientras la presidenta mexicana reafirmaba su soberanía y el derecho a construir alianzas que beneficien a su pueblo. Este choque de narrativas marca un cambio de era, donde México ya no se somete a presiones externas y, respaldado por BRICS, se posiciona como un actor clave en la geopolítica global.
El canciller mexicano confirmó que se están evaluando nuevas mesas de diálogo con naciones BRICS en áreas estratégicas, lo que podría redefinir las cadenas de suministro y desafiar el control estadounidense. Con un México más fuerte y decidido, el equilibrio de poder en América del Norte está en plena transformación. Si Trump busca confrontación, podría perder el único aliado que sostiene su narrativa de control. La era del G7 como único dictador de la política global ha llegado a su fin; el BRICS y México están aquí para quedarse.