**Canadá Responde con Furia a Trump: Ultimátum y Sanciones Comerciales en Marcha**
En un giro sorprendente de los acontecimientos, Canadá ha lanzado un contundente contraataque contra la administración de Donald Trump, cerrando las puertas a las empresas estadounidenses ante la amenaza de aranceles. El nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, ha dado un ultimátum de 30 días a Trump para que elimine las tarifas impuestas sobre el acero y el aluminio canadienses, o enfrentará represalias devastadoras.
En una declaración explosiva, Carney anunció que, a partir del 21 de julio, Canadá ajustará sus aranceles a productos estadounidenses, lo que podría llevar a un impacto significativo en la economía de EE. UU., especialmente en los estados industriales. “Si no hay acuerdo en los próximos 30 días, continuaremos estas negociaciones de buena fe”, afirmó Carney, dejando claro que la paciencia se ha agotado.
La respuesta de Canadá no es solo diplomática; está diseñada para golpear donde más duele. Las empresas estadounidenses podrían quedar excluidas de contratos federales canadienses, lo que representa miles de millones en pérdidas. Esta medida busca maximizar la presión económica sobre Trump, justo cuando se aproxima un ciclo electoral crucial en noviembre.
La tensión se intensifica tras las recientes declaraciones de Trump, quien, desde el Air Force One, lanzó insultos y comentarios despectivos sobre Canadá. Carney, visiblemente frustrado, ha tomado medidas concretas para proteger a los trabajadores y productores locales, ajustando los aranceles para alinearlos con el progreso de las negociaciones comerciales.
Este conflicto comercial se desata en un momento crítico, mientras Trump enfrenta desafíos internos y externos. La comunidad internacional observa atentamente cómo se desarrollan los eventos, y la respuesta de Canadá podría marcar un cambio en la dinámica de las relaciones comerciales entre ambos países. La cuenta atrás ha comenzado: solo quedan 30 días para que Trump actúe o enfrente las consecuencias.