**Trump enloquece al enterarse de que Corea del Sur reemplazará a EE. UU. con Canadá | Carney llena el vacío del G7 de Trump**
En un giro sorprendente de los acontecimientos, el primer ministro canadiense Mark Carney ha tomado el control de la cumbre del G7 tras la abrupta salida del presidente Donald Trump, desatando una ola de reacciones en Washington. En cuestión de minutos, Carney firmó un acuerdo de defensa con Corea del Sur, marcando un cambio radical en la dinámica global y dejando a EE. UU. en una posición de debilidad sin precedentes.
El acuerdo, que transforma las relaciones entre Canadá y Corea del Sur, incluye la producción conjunta de plataformas de vigilancia no tripuladas y la construcción de buques de patrulla híbridos. Esta alianza no solo solidifica la posición de Canadá en el escenario internacional, sino que también sugiere que el orden hegemónico de EE. UU. está comenzando a desmoronarse. En un tono desafiante, Carney declaró que “la nostalgia no es una estrategia”, subrayando la necesidad de adaptarse a un mundo cambiante.
Mientras tanto, el vacío dejado por EE. UU. ha permitido que Canadá asuma un papel proactivo en la ayuda internacional, anunciando un programa de 544 millones de dólares en garantías de préstamos para proyectos en América Latina, justo cuando la administración Trump recorta drásticamente su financiamiento en el extranjero. Este movimiento ha sido recibido con entusiasmo en la región, donde se busca diversificar las fuentes de apoyo.
Con la atención del mundo centrada en Alberta, Carney también abordó tensiones con Trump sobre tarifas comerciales, describiendo la situación como un “campo minado” en el sistema contable internacional. A medida que se desarrollan estos eventos, la pregunta persiste: ¿estamos ante el inicio de un nuevo orden mundial donde Canadá y Corea del Sur asumen un papel más prominente, mientras EE. UU. se aísla?
La cumbre del G7 en Alberta podría ser recordada como el momento en que el equilibrio de poder global cambió para siempre. Con Carney liderando el camino, el futuro de la diplomacia internacional parece estar en una encrucijada.