¡ALERTA EN RED BULL! La crisis interna que sacude a la escudería de Fórmula 1 ha alcanzado un punto crítico tras el último Gran Premio de Austria, donde el rendimiento del equipo fue desastroso. Max Verstappen y su familia han exigido la destitución inmediata de Christian Horner, el director del equipo, en medio de un ambiente de tensión que amenaza con desestabilizar por completo a la emblemática marca de bebidas energéticas.
Desde el fallecimiento de Dietrich Mateschitz a finales de 2022, el equilibrio de poder dentro de Red Bull se ha desmoronado, dando paso a una lucha feroz entre los diferentes clanes que componen la estructura del equipo. La reciente actuación de Verstappen, quien terminó último en su carrera en casa, ha sido la gota que colmó el vaso. Las críticas hacia Horner han crecido, y los Verstappen están decididos a no ceder más.
Fuentes cercanas al equipo revelan que la familia Verstappen está considerando activar una cláusula de salida en el contrato de Max, que le permitiría marcharse si no está en los tres primeros del campeonato a mitad de temporada. La situación es alarmante: Verstappen está a solo nueve puntos de esa posibilidad. Además, se barajan nombres para reemplazar a Horner, incluyendo a Peter Bayer y Andreas Seidl, lo que indica que la reestructuración es inminente.
El ambiente en Red Bull es tenso y la presión crece. Los accionistas miran con lupa la situación, y la imagen del equipo se ha visto gravemente afectada. Si Horner no es destituido o se implementa una reestructuración significativa, el futuro de Red Bull en la Fórmula 1 podría estar en juego. La batalla por el poder ha comenzado, y el tiempo se agota. ¿Podrá Red Bull evitar un colapso total? La respuesta es incierta, pero lo que es seguro es que la tempestad está lejos de calmarse.