Un trágico accidente de tránsito ha conmocionado a Lima. En la tarde del miércoles 30, una cúster de la cuestionada empresa Nueva Estrella colisionó violentamente con un bus del Metropolitano en la avenida Alfonsarte, resultando en la muerte de tres personas y más de 20 heridos. Las víctimas fueron atendidas en diversas instituciones de salud, mientras la fiscalía ha iniciado una investigación preliminar para esclarecer las causas de este fatal choque.
Lo que agrava la situación es el oscuro historial de la Nueva Estrella, que acumula un alarmante número de multas y sanciones. Según datos revelados, esta cúster tiene un récord de ocho papeletas que suman casi 900 soles, pero hay vehículos de la misma empresa con deudas que superan los 3 millones de soles en multas. A pesar de este cúmulo de infracciones, la empresa sigue operando con total impunidad, lo que plantea una grave pregunta: ¿cómo es posible que continúen en circulación?
Expertos en transporte han denunciado que el sistema de multas es ineficaz y que las papeletas no se cobran, lo que permite que vehículos con órdenes de captura sigan en las calles. En Lima, hay más de 80,000 vehículos en esta situación. La falta de un sistema de chatarreo efectivo y la complicidad de abogados que ofrecen prescripciones de multas perpetúan esta crisis.
La indignación crece entre los ciudadanos, quienes exigen respuestas y acciones contundentes. La pregunta que resuena es clara: ¿Qué se necesita para que las autoridades actúen y pongan fin a esta situación de impunidad que pone en riesgo la vida de miles de limeños? La tragedia de ayer es un llamado urgente a la acción.