Una tormenta de arena sin precedentes ha cubierto el cielo de Ica, Nasca y Pisco, generando una alarma generalizada entre los habitantes de estas ciudades. Con vientos que superan los 40 km/h, el fenómeno meteorológico ha transformado el paisaje en una densa nube de polvo, afectando gravemente la visibilidad y provocando que los residentes se apresuren a usar mascarillas para protegerse del polvo abrasivo que invade el aire.
Desde las 14:15 horas, los llamados “vientos paracas” comenzaron a azotar la región, llevando consigo grandes cantidades de arena y provocando una situación de emergencia. Los ciudadanos, atemorizados, han descrito la escena como una “tormenta de humo” y han instado a otros a “correr” ante la inusual y alarmante condición climática. Las autoridades han emitido alertas, recomendando a los conductores y peatones que tomen precauciones extremas para evitar accidentes en las carreteras cubiertas por la polvareda.
La situación no es exclusiva de Ica; Nazca también ha sido golpeada por fuertes ráfagas de viento, especialmente en las áreas de Pajonal y Poroma, donde la visibilidad se ha visto severamente comprometida. El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMI) ha advertido que este fenómeno podría persistir hasta el domingo 13 de agosto, con un incremento en la intensidad del viento en la costa.
Ante esta emergencia, las autoridades locales han instado a la población a reforzar techos y ventanas para evitar daños estructurales. La comunidad se encuentra en estado de alerta, mientras el polvo y la arena continúan cubriendo el horizonte, dejando a todos con una sensación de inquietud en el aire. La naturaleza ha desatado su furia, y la población de Ica, Nasca y Pisco se enfrenta a una batalla contra un fenómeno que pocos esperaban.