EE.UU.: indignante crimen de refugiada ucraniana apuñalada en un tren | El Comercio

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Una joven refugiada ucraniana de 23 años, Irina Sarutka, fue brutalmente asesinada en un tren ligero en Charlotte, un hecho que ha conmocionado a la comunidad y desatado una ola de indignación. El ataque, que ocurrió la noche del 22 de agosto, fue registrado en video y muestra cómo un hombre, identificado como Carlos Brown, de 34 años, apuñaló a Sarutka en la garganta sin previo aviso, dejándola inconsciente y sin posibilidad de sobrevivir.

Brown, con un largo historial criminal que incluye robo a mano armada y allanamiento, fue arrestado y enfrenta cargos de asesinato. Un juez ha ordenado su evaluación psiquiátrica durante 60 días en un hospital local, lo que ha suscitado críticas, especialmente después de que la alcaldesa de Charlotte, Biles, centrara inicialmente su mensaje en la salud mental del atacante en lugar de en la víctima. Tras la controversia, Biles se retractó y pidió respeto para la familia de Irina, condenando la difusión de las imágenes del crimen.

La indignación ha llegado hasta las altas esferas del gobierno federal, donde funcionarios como el secretario de transporte, Shandafi, han acusado a las autoridades locales de fallar en la protección de los ciudadanos, señalando los antecedentes del agresor. El expresidente Donald Trump también se pronunció, advirtiendo que ante asesinatos horribles, deben tomarse medidas drásticas.

Este trágico suceso ocurre en un contexto paradójico, ya que los delitos violentos en Charlotte han disminuido un 25% en el primer semestre de 2025. Sin embargo, la muerte de Sarutka reaviva el debate sobre seguridad, salud mental y responsabilidad política. En un vecindario que prometía un nuevo comienzo, Irina fue recordada por amigos y familiares como una joven de gran corazón, siempre dispuesta a ayudar. Su trágica muerte deja una marca imborrable en la comunidad y plantea serias preguntas sobre la seguridad de quienes buscan refugio de la guerra.