Juan Carlos desafía a Felipe y Letizia con una fiesta en Sanxenxo
El rey emérito Juan Carlos I desafía a la familia real con una fiesta en Sanxenxo, mientras sus sucesores, Felipe y Letizia, se preparan para un viaje de estado a Egipto. En un momento donde la atención está centrada en las primeras apariciones públicas de la pareja real, Juan Carlos planea un evento que seguramente generará controversia. Este fin de semana, el emérito se reunirá con amigos en Galicia, en una batea de mejillones, un lugar que guarda un significado especial para él. La cita, programada para el sábado 13 de septiembre, ocurre en un contexto delicado: el 50 aniversario de su ascenso al trono, un hito que quiere celebrar a su manera.
Mientras los reyes Felipe y Letizia retoman sus obligaciones tras las vacaciones de verano, con la princesa Leonor iniciando su formación militar y la infanta Sofía comenzando su carrera universitaria en Lisboa, la figura de Juan Carlos se mantiene al margen de la institución. En un intento por mantener la discreción, el rey emérito busca disfrutar de su vida privada, aunque sus movimientos son objeto de escrutinio constante.
A medida que la familia real se enfrenta a la presión de mantener una imagen impecable, el rey Juan Carlos se prepara para un viaje a Nueva York, donde participará en un campeonato de vela. Su hija, la infanta Elena, lo acompañará en esta nueva aventura, mientras Felipe y Letizia se esfuerzan por distanciarse de las controversias que han rodeado al emérito. Este contraste entre las actividades del rey emérito y las responsabilidades de la actual familia real plantea un desafío significativo para la monarquía española, que busca navegar en aguas turbulentas mientras lidia con el legado de Juan Carlos. La tensión entre el pasado y el presente de la corona nunca ha sido tan palpable.