**Título: Israel atacado con dinero y tecnología de EE. UU.: Trump utilizó los impuestos estadounidenses**
En un giro impactante de los acontecimientos, fuentes de Washington han confirmado que el ataque aéreo de Israel fue respaldado por inteligencia de la NSA y financiado con fondos de defensa aprobados por el Congreso durante la administración de Donald Trump. Esta revelación ha desatado una ola de indignación entre los contribuyentes estadounidenses, quienes ven cómo sus impuestos son utilizados en un conflicto bélico mientras se recortan programas esenciales como Medicare.
El Washington Post y otras fuentes cercanas a la Casa Blanca han corroborado que la logística y el software de navegación utilizados por Israel en sus aviones de combate fueron costeados con dinero de los contribuyentes, lo que plantea serias preguntas sobre la responsabilidad y la transparencia del gobierno estadounidense. Trump, cuyo índice de aprobación se desploma a niveles históricos, parece haber orquestado este ataque, dejando claro que su administración tenía conocimiento y posiblemente dio la orden para llevarlo a cabo.
La situación se intensificó cuando Irán lanzó más de 110 misiles hacia Israel en respuesta a los ataques aéreos israelíes, causando explosiones en Jerusalén y Tel Aviv. La población israelí fue advertida para que se refugiara, mientras que el ejército israelí intentó interceptar los misiles con su sistema Iron Dome, aunque muchos lograron impactar zonas urbanas, dejando al menos siete heridos.
El líder iraní, Ali Khamenei, ha declarado que esta guerra fue iniciada por Israel, y las calles de Irán se han llenado de manifestantes exigiendo venganza. La ONU se ha convocado de emergencia, mientras el mundo observa con preocupación cómo este conflicto podría escalar a una guerra regional, involucrando a potencias como Rusia y China.
La geopolítica se complica aún más, con Europa mostrando reticencias a involucrarse en un conflicto que podría desestabilizar aún más la región. A medida que los precios del petróleo se disparan, la posibilidad de una crisis humanitaria y migratoria se convierte en una realidad inminente. La situación se ha salido de control, y el futuro es incierto.