**Título: Irán podría desatar un Armagedón económico global tras el ataque israelí**
Oriente Medio se encuentra al borde de una crisis sin precedentes. Este viernes 13 de junio, Israel lanzó un ataque masivo con 200 aviones y 300 proyectiles, dirigido a desmantelar el programa nuclear de Irán y eliminar a sus altos mandos militares. La respuesta de Teherán no se hizo esperar: intentó bombardear Tel Aviv, aumentando la tensión en la región y manteniendo al mundo en un estado de alerta.
La escalada de este conflicto ya ha tenido repercusiones inmediatas en los mercados. El precio del petróleo Brent se disparó un 12.5% tras los bombardeos, alcanzando los 78.50 dólares por barril, antes de estabilizarse alrededor de los 73 dólares. Este aumento es solo el comienzo; los expertos advierten que si la situación se intensifica, el barril podría superar los 130 dólares, lo que desencadenaría una crisis económica global comparable a la generada por la guerra en Ucrania.
La importancia de Irán en el mercado petrolero mundial es innegable. Aunque su producción representa solo el 2% de la demanda global, el verdadero peligro radica en su capacidad para bloquear el estrecho de Ormuz, por donde transita un cuarto del petróleo mundial. Si Irán decide cerrar esta vía, las consecuencias serían devastadoras, no solo para el suministro de crudo, sino para la economía global en su conjunto.
La incertidumbre reina en el horizonte. Si bien Irán ha amenazado con acciones drásticas, la historia muestra que rara vez lleva a cabo sus advertencias. Sin embargo, la situación actual es diferente; el ataque a la isla de Kharg podría llevar a Teherán a cruzar líneas rojas, provocando un aumento explosivo en los precios del petróleo y potencialmente arrastrando al mundo hacia una recesión.
La comunidad internacional observa con preocupación. ¿Qué pasos tomarán Estados Unidos y sus aliados ante este nuevo escenario? La respuesta a esta pregunta podría definir el futuro económico del planeta. La tensión está en su punto más alto y el tiempo corre.