Canada Just Made a Bold Move Against Trump’s Tariffs at the G7 — Carney’s Response SHOCKED Everyone

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**Canadá Responde con Firmeza a los Aranceles de Trump en el G7: La Reacción de Carney Sorprende a Todos**

En una cumbre del G7 marcada por la tensión, Canadá ha hecho un movimiento audaz contra los aranceles del presidente Donald Trump, desatando una crisis que sacude las cadenas de suministro globales. En Canonascis, Alberta, los líderes mundiales se encontraron en medio de una tormenta de acero, mientras Trump impuso un arancel del 50% sobre el acero y el aluminio, provocando un clamor de protesta en todo Canadá.

El primer ministro canadiense, Mark Carney, se mostró implacable ante las provocaciones de Trump, quien envió un mensaje claro: “O aceptan mis términos o pagarán el precio”. Carney, con una determinación inquebrantable, respondió: “Mi país no está a la venta”. Las fábricas desde Montreal hasta Vancouver cerraron, y las calles se llenaron de manifestantes que clamaban “Los aliados no se doblegan ante los matones”.

Mientras el presidente estadounidense alababa a los trabajadores del acero en Pennsylvania, la realidad en Canadá era otra: los empleos se evaporaban en Detroit y los camiones se detenían en los centros logísticos. Las protestas se extendieron desde Ottawa hasta Vancouver, con una multitud silenciosa que dejó claro su descontento ante la política de Trump.

En la cumbre, las tensiones aumentaron cuando Trump sugirió que los aranceles sobre las exportaciones automotrices canadienses podrían aumentar aún más. Carney, sin titubear, advirtió: “Si construyes una barrera, ambas vías se cerrarán”. Las palabras resonaron en un ambiente ya cargado de ansiedad, mientras los mercados reaccionaban con caídas en las acciones de la industria automotriz.

A medida que la cumbre culminaba, quedó claro que el camino hacia un acuerdo es incierto. Carney dejó entrever que, si Estados Unidos no retrocede en 60 días, Canadá tomará medidas equivalentes. El futuro de la relación comercial entre los dos países pende de un hilo, y la presión sobre ambas naciones aumentará en los días venideros.

La pregunta ahora es: ¿quién pagará el precio de esta crisis? Con el eco de las protestas aún resonando, la tensión entre Canadá y Estados Unidos ha alcanzado un punto crítico, dejando en suspenso el futuro de sus lazos comerciales.

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