El Dr. Conrad Murray, el médico personal de Michael Jackson, rompió en llanto en el tribunal mientras revelaba impactantes detalles sobre la vida y muerte del Rey del Pop. Durante su testimonio, Murray expuso una narrativa desgarradora que contradice la imagen pública de Jackson, describiéndolo como un adicto a las drogas y un maestro en la manipulación. “No lo habilité, él lo hizo por sí mismo”, declaró, mientras la tensión en la sala se hacía palpable.
Murray, quien fue acusado de homicidio involuntario tras la muerte de Jackson en 2009, ofreció un vistazo inquietante a su relación con el artista, quien sufría de insomnio crónico y ansiedad. En un relato conmovedor, Murray admitió haber administrado propofol, un potente anestésico, en un entorno doméstico, lo que provocó un clamor de incredulidad entre los presentes. “Era su única paz”, dijo, refiriéndose al uso del medicamento que, según él, Jackson había estado utilizando previamente.
El médico, visiblemente afectado, recordó los momentos críticos de la mañana del 25 de junio de 2009, cuando Jackson dejó de respirar. A pesar de sus intentos de reanimarlo, el tiempo que tardó en llamar al 911 ha sido un punto de controversia, ya que los registros sugieren que esperó más de 40 minutos. “Soy cardiólogo, creí que podía salvarlo”, se lamentó, mientras las lágrimas corrían por su rostro.
A medida que su testimonio avanzaba, se desdibujaban los límites entre la amistad y la responsabilidad profesional, revelando la complejidad de su vínculo. La fiscalía, por su parte, argumentó que la confianza de Jackson en Murray se convirtió en una trampa mortal, permitiendo que la negligencia médica floreciera sin control.
Este juicio no solo pone en tela de juicio las decisiones de Murray, sino que también plantea preguntas inquietantes sobre la cultura de la celebridad, la presión del estrellato y la ética médica. La historia de Michael Jackson, marcada por la tragedia, sigue resonando, y el testimonio de Murray promete abrir nuevas heridas en un caso que aún deja muchas incógnitas.