¡Explosión en Red Bull! La familia Verstappen exige la destitución inmediata de Christian Horner y amenaza con abandonar el equipo. La crisis interna que atraviesa la escudería de bebidas energéticas ha alcanzado un punto crítico tras el desastroso Gran Premio de Austria, donde el rendimiento del RB21 dejó mucho que desear, culminando en un abandono y una última posición que ha desatado la furia del clan Verstappen.

Desde el fallecimiento de Dietrich Mateschitz a finales de 2022, el equilibrio de poder en Red Bull se ha desmoronado. La lucha por el control entre el clan austriaco y la parte tailandesa, liderada por Horner, ha creado un ambiente de tensión insoportable. Ahora, los Verstappen, que han perdido la paciencia, han exigido que Horner sea destituido o que se reduzcan drásticamente sus poderes. La situación es insostenible y el futuro del equipo está en juego.

Los rumores indican que varios nombres están sobre la mesa como posibles reemplazos para Horner, incluyendo a Peter Bayer y Andreas Seidl. La presión ha aumentado y la imagen proyectada por el equipo se ha vuelto insostenible, especialmente tras el ridículo en su Gran Premio de casa. Los accionistas observan con preocupación mientras la escudería se hunde en la mediocridad.

Verstappen, tras su decepcionante actuación, ha mostrado una actitud resignada, lo que indica que su confianza en el equipo ha disminuido drásticamente. Con la nueva era de la Fórmula 1 a la vuelta de la esquina, la escudería se encuentra en un momento decisivo. La amenaza de una salida de Verstappen, activando su cláusula de escape si no está entre los tres primeros, se cierne sobre el equipo como una espada de Damocles.

La guerra interna ha estallado con más fuerza que nunca y el tiempo se agota. Red Bull debe actuar rápidamente para evitar una catástrofe total. La pregunta ahora es: ¿podrán calmar las aguas antes de que sea demasiado tarde? La tensión es palpable y el futuro de Red Bull en la Fórmula 1 pende de un hilo.