**¡Impacto en la UE! Italia toma una decisión audaz que sacude la balanza transatlántica**

En un giro inesperado que ha dejado a Europa en estado de alerta, la primera ministra italiana Giorgia Meloni ha declarado que un arancel del 10% propuesto por Estados Unidos sería “suficiente” para su economía, desatando una crisis de unidad en la Unión Europea. Este anuncio, realizado en un foro industrial en Roma solo 48 horas antes de la cumbre de la OTAN en Washington, ha abierto una fisura peligrosa en la respuesta colectiva de la UE a las políticas comerciales de Trump.

Mientras Meloni se prepara para su encuentro con líderes de la OTAN, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se encuentra en Bruselas tratando de cerrar filas ante lo que considera una “coacción” estadounidense. La declaración de Meloni no solo desafía la posición unificada de la UE, sino que también podría ser la primera pieza de un juego de dominó que divide a Europa, facilitando la estrategia de “divide y vencerás” de Trump.

Los diplomáticos europeos están preocupados por las implicaciones de esta fractura. Si Italia se mantiene firme en su postura, podría inspirar a otros estados miembros a seguir su ejemplo, debilitando así el poder de negociación de la UE. En el contexto de una economía ya frágil, el impacto de un arancel del 10% podría ser devastador, especialmente para los sectores dependientes de las exportaciones.

La tensión se intensifica con el trasfondo de las declaraciones del presidente Trump, quien amenaza con suspender negociaciones si no se eliminan impuestos digitales que, según él, asfixian la innovación estadounidense. La situación se complica aún más con las advertencias de que, si la UE no actúa como un bloque, la fragmentación de su mercado podría resultar en un aumento de las tarifas y una caída en la inversión.

Con el futuro de la economía europea en juego, la pregunta clave es: ¿podrá la UE mantener su unidad frente a esta provocación o se verá arrastrada hacia un conflicto interno que podría redefinir su posición en el escenario global? La respuesta a esta crisis podría determinar no solo el crecimiento económico de Europa en los próximos años, sino también su autonomía estratégica en un mundo post-Trump. ¡La situación es crítica y el tiempo corre!