US Wheat Shipments REJECTED as Buyers Replace US With Canadian Markets! Trump Didn’t See This Coming

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**Los envíos de trigo de EE. UU. RECHAZADOS: ¡los compradores reemplazan a EE. UU. por los mercados canadienses! ¡Trump no vio esto venir!**

En un giro impactante que sacude los cimientos del comercio internacional de granos, los compradores globales están abandonando el trigo estadounidense por alternativas canadienses, australianas y argentinas. Durante décadas, el trigo de EE. UU. fue el estándar dorado, pero, a partir del verano de 2024, esta imagen comenzó a desmoronarse. Ahora, en 2025, el cambio es innegable y alarmante.

Cruciales mercados en Filipinas, Francia, Corea del Sur y México han reestructurado sus cadenas de suministro, dejando atrás contratos con EE. UU. en favor de trigo de mayor calidad y menos riesgos. Un ejemplo notable es el grupo filipino San Miguel Foods, que canceló un contrato de 110,000 toneladas de trigo estadounidense, optando por 120,000 toneladas de trigo canadiense. Este cambio no se debe solo a precios, sino a una crisis de confianza alimentada por la imprevisibilidad logística y la inestabilidad política en Washington.

Los datos revelan que las importaciones de trigo estadounidense en Francia han caído a niveles récord, mientras que las de Canadá han aumentado. La preocupación por residuos de glifosato en el trigo estadounidense ha llevado a Corea del Sur a rechazar envíos. En México, las demoras en la frontera han causado estragos en la logística, lo que ha llevado a un aumento del 38% en la participación del trigo canadiense.

El impacto en la economía estadounidense es devastador: se estima que la pérdida de mercados podría traducirse en una caída de 10 millones de toneladas en las exportaciones anuales, afectando gravemente a la economía del Medio Oeste y provocando la pérdida de miles de empleos. La falta de una respuesta rápida y efectiva por parte de Washington está alimentando el pánico en el sector agrícola.

Los compradores globales están enviando un mensaje claro: no buscan el trigo más barato, sino el socio más confiable. Si EE. UU. no actúa con urgencia para restaurar su reputación y competitividad, el eco de esta pérdida resonará por muchas temporadas más.

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