¡Impactante sacudida en Red Bull! La Fórmula 1 se encuentra en estado de shock tras la abrupta salida de Christian Horner, el director del equipo, en medio de un mar de despidos que amenaza con desmantelar la estructura del gigante de las bebidas energéticas. Horner, quien ha sido una figura clave durante dos décadas, fue despedido sin previo aviso, dejando a muchos en la organización atónitos y con más preguntas que respuestas.
Pero eso no es todo. Dos altos funcionarios, Oliver Huge y Paul Smith, también han sido despedidos, lo que sugiere que la purga en Red Bull apenas comienza. Fuentes internas revelan que la atmósfera en el equipo se ha vuelto insostenible, especialmente tras los recientes fracasos en pista y la creciente incertidumbre sobre el futuro de Max Verstappen, quien, según rumores, ya no confía en la dirección técnica del equipo.
Las reuniones de crisis en Austria y Gran Bretaña, donde se discutieron los fracasos recientes, han dejado claro que la presión sobre el equipo es abrumadora. La decisión de despedir a Horner fue aprobada por los máximos accionistas, incluidos aquellos que antes lo respaldaban. Este cambio radical se produce en un contexto de luchas de poder internas, donde el clan Verstappen parece haber ganado terreno, dejando a muchos preguntándose si el futuro del piloto estrella está realmente asegurado.
Mientras tanto, los rivales como Audi y Cadillac se frotan las manos ante la inminente caída de Red Bull. La situación es crítica y podría marcar el inicio de una nueva era en la Fórmula 1. Con la incertidumbre reinando en el equipo y la presión aumentando, todos los ojos están ahora puestos en cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas semanas. La batalla por el futuro de Red Bull apenas comienza.