El Rey Felipe VI ha detenido abruptamente una ceremonia real en Marín, tras un intenso enfrentamiento con la Reina Letizia en defensa de la Infanta Sofía. El acto, que debía ser un momento de celebración por la condecoración de la Princesa Leonor con la Gran Cruz del Mérito Naval, se tornó en un escenario de tensión familiar que ha dejado a todos atónitos.
Mientras la familia real se reunía para celebrar el logro de Leonor, quien completó su formación a bordo del buque Juan Sebastián de Elcano, un desencuentro entre el monarca y la consorte provocó una pausa inesperada en la ceremonia. Según fuentes cercanas, Felipe VI mostró su enfado al percatarse de que Sofía llevaba un vestido previamente usado por Letizia, lo que consideró una falta de atención hacia su hija menor. Este incidente, que se produce en un contexto de rumores sobre tensiones en la familia real, ha revelado una dinámica interna más compleja de lo que se pensaba.
Las cámaras capturaron el momento en que el Rey, visiblemente molesto, intervino en la disputa, defendiendo a Sofía ante su madre. A pesar de la controversia, el acto continuó, con Leonor recibiendo su condecoración en medio de un ambiente cargado de emoción y solemnidad. La imagen de la familia real, unida frente al mar, contrasta con las tensiones que se ciernen sobre ellos, dejando a los espectadores preguntándose sobre el futuro de la monarquía.
Este episodio ha abierto un nuevo capítulo en la historia de la Casa Real, donde las divisiones entre sus miembros se hacen más evidentes. ¿Está la familia real mostrando más humanidad o más fracturas? La pregunta queda en el aire mientras el público espera más detalles sobre este inesperado giro en la jornada que debería haber sido de pura alegría.