Rafa Nadal ha sacudido el Palacio de Marivent en Palma de Mallorca, convirtiendo su debut como marqués de Levante en un escándalo inolvidable. Durante una cena real con más de 600 invitados, el tenista español levantó la voz y lanzó duras críticas contra la reina Letizia, dejando a todos boquiabiertos. En un momento que muchos describen como explosivo, Nadal se negó rotundamente a posar para una fotografía junto a la consorte, argumentando que hacerlo sería una traición a la reina emérita Sofía, a quien respeta profundamente.

La velada, que prometía ser un evento protocolario lleno de elegancia, se tornó tensa cuando Nadal, visiblemente incómodo, expresó su desacuerdo con la figura de Letizia. Testigos relatan que sus palabras resonaron en el ambiente, paralizando a los asistentes que intentaban calmar la situación. Este gesto audaz no solo ha puesto de relieve las complejas relaciones dentro de la familia real, sino que también ha reafirmado los valores de Nadal, quien no teme expresar su opinión en los entornos más formales.

Nadal, quien ha sido aclamado por su trayectoria en el tenis, ha demostrado que su compromiso con la lealtad y el respeto es más fuerte que cualquier título nobiliario. A pesar de la controversia, continuó siendo el centro de atención, conversando con otras figuras destacadas del deporte y dejando claro que su debut no es solo un acto simbólico, sino una declaración de principios.

Este incidente ha generado un torrente de reacciones en la prensa y en las redes sociales, donde muchos se preguntan si Rafa hizo bien en desafiar a la reina consorte. La pregunta ahora es clara: ¿Es este un acto de valentía o un desaire inaceptable? Mientras la comunidad se divide en opiniones, lo cierto es que Rafa Nadal ha marcado un hito en la historia de la monarquía española.