¡ESCÁNDALO EN LA F1! La escudería Ferrari se encuentra en el ojo del huracán tras las explosivas acusaciones de George Russell, piloto de Mercedes, quien ha insinuado que el monoplaza SF25 de la escudería italiana podría estar al borde de la ilegalidad. En un Gran Premio de Hungría marcado por la controversia, Russell no se contuvo al afirmar que el rendimiento de Ferrari estaba “muy cerca de ser ilegal”.

La situación se agrava para Ferrari, que ha visto a Lewis Hamilton luchar por adaptarse a un coche que no le ha brindado el rendimiento esperado. Hamilton, visiblemente frustrado, llegó a sugerir que la escudería debería considerar la búsqueda de otro piloto. Mientras tanto, Charles Leclerc logró la pole position, pero su desempeño se desplomó drásticamente en la segunda mitad de la carrera, lo que generó más dudas sobre la competitividad del SF25.

Russell, tras su victoria en el Gran Premio, explicó que el equipo de Ferrari podría haber estado compitiendo con un coche demasiado bajo, lo que les obligó a aumentar la presión de los neumáticos en la última parte de la carrera. Esta estrategia, según el piloto británico, podría haber sido un intento desesperado por conseguir una victoria en medio de la creciente presión.

La FIA ya está al tanto de la situación, y cualquier irregularidad podría acarrear serias consecuencias para Ferrari. La presión aumenta y el futuro de la escudería pende de un hilo. La Fórmula 1 está en alerta máxima mientras se desarrollan los acontecimientos. ¿Podría este ser el principio del fin para Ferrari en la temporada? La respuesta está en el aire, y los aficionados esperan ansiosos.