¡ALERTA EN EL MUNDO DE LA FÓRMULA 1! Helmut Marko, el controvertido asesor de Red Bull, ha lanzado un ataque devastador contra Yuki Tsunoda, dejando su futuro en la escudería en la cuerda floja. En un contexto donde el piloto japonés se encuentra en la peor racha de su carrera, Marko no ha dudado en señalarlo como el principal culpable de la falta de puntos del equipo, afirmando que su rendimiento ha sido una “desventaja” en la lucha por el campeonato de constructores.

Tsunoda, que apenas ha logrado acumular siete puntos en toda la temporada, se sitúa como el último clasificado en la estructura de Red Bull, incluso detrás de pilotos de equipos rivales. Sus decepcionantes resultados, que incluyen posiciones como un 17º en Hungría y un 16º en Austria, han hecho sonar las alarmas. Mientras tanto, su compañero Checo Pérez se va de vacaciones con 131 puntos en su haber, marcando una diferencia abismal.

La situación ha llevado a una creciente presión sobre Tsunoda, quien, tras un breve destello de esperanza en Bélgica, se ha visto nuevamente atrapado en un ciclo de errores y frustraciones. La presión no solo proviene de su rendimiento en pista, sino también de la falta de apoyo interno; los aficionados claman por la cabeza de su ingeniero de pista, Woody, a quien culpan de los errores operativos que han costado valiosos puntos.

Marko, lejos de asumir responsabilidades, ha optado por culpar abiertamente a Tsunoda, diciendo que su escaso puntaje es la razón por la cual Red Bull no puede competir por el segundo puesto del campeonato. Este ataque verbal no solo pone en riesgo la moral del piloto, sino que también deja entrever un futuro incierto para su carrera en la Fórmula 1. Con la presión aumentando y el apoyo de sus patrocinadores en peligro, Tsunoda se enfrenta a una encrucijada que podría definir su trayectoria en el deporte.

Las próximas semanas serán cruciales, ya que Red Bull se prepara para tomar decisiones sobre su alineación de pilotos. ¿Podrá Tsunoda revertir esta tendencia y demostrar su valía, o está destinado a convertirse en otra víctima de la despiadada estructura de Red Bull? La respuesta podría cambiar el panorama de la Fórmula 1 para siempre.