Irán ha puesto una condición indispensable para retomar el diálogo con Estados Unidos: garantizar que no habrá más ataques contra la República Islámica. Tras la reciente guerra de 12 días con Israel, las tensiones han escalado, y el gobierno de Donald Trump busca reanudar las negociaciones nucleares, pero enfrenta un obstáculo significativo. El vicepresidente de asuntos exteriores de Irán, Mahid Tac Rabanchi, dejó claro en una entrevista con la BBC que la seguridad de su país es prioritaria y que la falta de garantías de no agresión por parte de Washington sería inaceptable.

A pesar del alto al fuego alcanzado el 25 de junio entre Irán e Israel, las amenazas de Trump de un posible ataque resuenan con fuerza. En un giro inesperado, el presidente estadounidense anunció que se reunirán la próxima semana para discutir un posible acuerdo nuclear, pero sus condiciones siguen siendo estrictas, incluyendo un enriquecimiento cero de uranio, lo que Irán rechaza firmemente. Tac Rabanchi defendió el derecho de su nación a enriquecer uranio con fines pacíficos, desestimando las acusaciones de que están avanzando hacia el desarrollo de una bomba nuclear.

Expertos advierten que si Irán decide acelerar su programa nuclear, podría enriquecer uranio al 90% en un plazo alarmantemente corto, lo que les permitiría fabricar una bomba en cuestión de meses. La comunidad internacional observa con atención mientras se intensifican las negociaciones, y la situación se vuelve más crítica. La próxima semana podría ser decisiva para el futuro del acuerdo nuclear y la estabilidad en la región. La presión está sobre la mesa, y el tiempo corre.