¡BOMBAZO EN LA FÓRMULA 1! Christian Horner ha sido despedido de Red Bull en un giro inesperado que sacude los cimientos de uno de los equipos más exitosos de la historia. La noticia llega tras un periodo de tensiones internas y fracasos deportivos que culminaron en una acalorada discusión entre Horner y George Berstappen justo después del Gran Premio de Gran Bretaña. La presión del clan Berstappen, en plena negociación con Mercedes, ha sido decisiva para este desenlace.
Horner, que ha liderado Red Bull durante 20 años, fue fundamental en la construcción de un equipo que cosechó ocho títulos de pilotos y seis de constructores. Sin embargo, su gestión reciente ha sido criticada por una serie de decisiones erráticas y un evidente deterioro en la cohesión del equipo. La falta de resultados y la creciente lucha de egos han llevado a la dirección de Red Bull a tomar esta drástica decisión: el despido es inmediato, sin esperar al final de la temporada.
La salida de Horner se produce en un ambiente tenso en Milton Keynes, donde la falta de una comunicación clara y la pérdida de figuras clave han dejado a Red Bull en una situación precaria. Oliver Minsf, en un breve comunicado, agradeció a Horner por su “excepcional trabajo”, pero la ausencia de un mensaje personal del propio Horner habla de la abrupta naturaleza de su salida.
Loren Mequis, ex de Ferrari, asumirá el cargo de CEO de Red Bull, mientras que Alan Permen tomará las riendas de Racing Bulls. Sin embargo, la sombra de Helmut Marco, quien conserva un poder considerable dentro de la estructura, plantea dudas sobre el futuro del equipo. La reestructuración es necesaria, pero la pregunta persiste: ¿podrá Red Bull volver a la senda del éxito sin su figura emblemática? La Fórmula 1 está en vilo, y el futuro de Red Bull pende de un hilo.