Canada Threatens to Cut Off Nickel Exports to US in Response to Trump’s EV Tariff

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**Canadá amenaza con cortar las exportaciones de níquel a EE. UU. tras el arancel del 30% de Trump sobre vehículos eléctricos**

En un giro dramático, Canadá ha dejado claro que está dispuesto a utilizar su “carta de níquel” en respuesta al nuevo arancel del 30% impuesto por la administración Trump sobre los vehículos eléctricos (VE). Este arancel, anunciado en julio, amenaza con estrangular la vital cadena de suministro de níquel que fluye desde la cuenca de Sudbury, Ontario, hacia Detroit, un elemento crucial para la producción de baterías de vehículos eléctricos.

Con el costo de producción de un paquete de baterías disparándose a $900, los gigantes automotrices como GM y Stellantis ya están sintiendo la presión. Ottawa está preparando medidas inmediatas, incluyendo un impuesto del 15% a las exportaciones de níquel y la implementación de un sistema de seguimiento de emisiones de CO2 para los materiales exportados. La situación se intensifica, ya que se espera que las decisiones sobre la cadena de suministro y los precios se tomen en cuestión de horas.

La falta de una exención para el níquel canadiense en el arancel de EE. UU. podría tener repercusiones devastadoras: se estima que el costo total de propiedad de los VE aumentará un 6%, lo que podría resultar en una caída de 94,000 unidades en las proyecciones de ventas para 2026. La presión sobre la industria automotriz estadounidense es crítica, con la posibilidad de que el 20% del níquel se desplace permanentemente hacia Europa y Corea del Sur, aumentando el riesgo de escasez de suministro en Michigan.

Los analistas advierten que si el arancel se mantiene, la rentabilidad de los fabricantes de automóviles se verá comprometida, lo que podría resultar en recortes en la investigación de baterías. Mientras tanto, Canadá se posiciona estratégicamente, listo para redirigir sus exportaciones a mercados europeos y asiáticos si no se logra un acuerdo favorable con EE. UU.

La batalla por el níquel ha comenzado, y el tiempo corre. La decisión de Washington no solo afectará a la industria automotriz, sino que podría reconfigurar las relaciones comerciales entre Canadá y EE. UU. en el futuro inmediato.

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