**Título: ¡Trump ENFURECE mientras Canadá corta oficialmente $100 mil millones en comercio con fabricantes estadounidenses!**
En un giro impactante en la política comercial, Canadá ha decidido cortar de manera drástica su comercio con Estados Unidos, afectando un asombroso total de $100 mil millones. La medida se produce tras el aumento de aranceles de Washington sobre el acero y el aluminio al 35%, lo que ha llevado a Ottawa a redirigir sus envíos hacia Europa y Asia. En una conferencia de prensa en Ottawa, el Primer Ministro Mark Carney declaró que Canadá no permitirá que las cadenas de suministro de América del Norte dependan de un solo mercado.
Con esta decisión, Canadá está cambiando la dinámica del comercio en el continente. Se espera que los productos canadienses, desde acero hasta madera y aluminio, se desvíen rápidamente hacia mercados europeos y asiáticos, lo que podría desestabilizar a los fabricantes estadounidenses que dependen de estos insumos. Las primeras estimaciones sugieren que el impacto inmediato podría ser de $28.3 mil millones, con un potencial de alcanzar los $40 mil millones en el futuro cercano.
La respuesta de Estados Unidos es incierta. ¿Aumentará aún más los aranceles y provocará una guerra comercial total? La Casa Blanca ha eliminado las exenciones arancelarias para productos de acero de México y Canadá, lo que solo intensificará las tensiones. Los fabricantes estadounidenses, especialmente en Alabama y Georgia, ya están sintiendo la presión de los precios en aumento debido a la escasez de materias primas canadienses.
Mientras tanto, Canadá avanza con un plan audaz para diversificar sus mercados, asegurando acuerdos con la Unión Europea y explorando nuevas rutas comerciales con el Indo-Pacífico. La estrategia de Carney no solo busca mitigar el daño inmediato, sino también fortalecer la economía canadiense a largo plazo. En este clima de incertidumbre, la pregunta persiste: ¿cómo responderá Estados Unidos a esta audaz maniobra canadiense? La situación está en constante evolución y todos los ojos están puestos en la Casa Blanca.