El rey Felipe VI ha sorprendido a todos con un viaje secreto que ha dejado a la familia de Jaime Anglada en estado de shock. Tras su regreso de unas vacaciones en Grecia, donde disfrutaba de un merecido descanso, el monarca tomó la decisión de interrumpir su estancia tras conocer la trágica noticia del accidente de tráfico de su amigo, el cantautor mallorquín Jaime Anglada. El suceso ocurrió la madrugada del 8 de agosto, cuando Anglada fue atropellado por un conductor que se dio a la fuga, dejándolo gravemente herido.

A pesar de la gravedad de la situación, la familia real continuó con sus vacaciones, aunque mantuvo un seguimiento constante de la evolución de Anglada. Sin embargo, la urgencia de la situación y el agravamiento de los incendios forestales en varias regiones de España llevaron al rey a regresar de inmediato.

El domingo 17 de agosto, Felipe VI aterrizó en la base aérea de Torrejón a las 10 de la mañana. Sin perder tiempo, se dirigió al cuartel general de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para recibir información sobre los devastadores incendios que azotan el país. En un gesto de solidaridad, la Fundación Reina Sofía ha lanzado un fondo de 50,000 euros para reparar los daños ambientales causados por el fuego.

Pero lo más conmovedor de esta historia es la visita del rey a Mallorca para ver a su amigo Jaime Anglada, quien sigue en la UCI del Hospital Universitario Son Espases de Palma. Afortunadamente, después de días críticos, se ha reportado una mejoría en su estado de salud, lo que ha traído alivio a sus familiares y amigos. La visita del rey no solo subraya la profunda amistad entre ellos, sino también su compromiso con las situaciones críticas que enfrenta el país. La familia Anglada, sorprendida por la atención real, ahora enfrenta la esperanza de una recuperación.